miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cómo saber si tu hijo está preparado para el preescolar (via Baby Center)


La mayoría de los centros preescolares en Estados Unidos aceptan niños a partir de los 2 años de edad (esto es distinto de las guarderías, donde aceptan hasta recién nacidos). Sin embargo, eso no significa que tu hijo esté preparado para el preescolar. El estar preparado tiene que ver con su nivel de desarrollo, más que la edad. 

Sería bueno que te preguntaras si está social, emocional, física y cognitivamente preparado para participar en un programa educativo diario con un grupo de niños. Puede ser tentador decir “Sí, mi hijo está listo”. Sin embargo, la mejor decisión la tomarás al meditar y pensar en la forma de ser de tu hijo y al hablar con personas que lo conocen bien, como tu esposo, su pediatra o su niñera

Las siguientes preguntas, provistas por Patricia Henderson Shimm, directora del Barnard College Center for Toddler Development en New York y coautora de Parenting Your Toddler (Cómo criar a tu pequeño), te ayudarán a pensar en los factores más importantes a la hora de evaluar si tu hijo está listo para entrar al preescolar. 

¿Es suficientemente independiente?

El preescolar requiere que tu hijo haya desarrollado ciertas habilidades básicas. Por ejemplo, que sepa comer sin ayuda y dormir solo. 

¿Ha pasado tiempo lejos de ti?

Si tú o algún pariente, han sido los únicos que han cuidado a tu hijo, es posible que le sea más difícil separarse de ti cuando esté en el preescolar. Los niños que están acostumbrados a estar separados ocasionalmente de sus padres suelen no tener problemas al entrar al preescolar. 

Si tu hijo no ha tenido demasiadas oportunidades para estar separado de ti, quizá sea una buena idea planificar un fin de semana con la abuela, por ejemplo, o un día con tu hermana y sus hijos. Pero incluso si tu hijo no puede lidiar con el miedo a la separacióndesde el principio, no te preocupes demasiado. 

A muchos niños que se separan de sus papás por primera vez para ir al preescolar, les va bien. Lo importante es ayudar a tu hijo a adaptarse poco a poco. 
Muchas escuelas preescolares te permiten llevar a tu hijo sólo una hora o dos durante sus primeros días. A medida que se vaya acostumbrando al nuevo entorno, podrás aumentar el número de horas que asiste hasta que vaya todo el día. Algunos expertos creen que el preescolar puede incluso ser más importante para niños que han estado en la casa con sus padres, ya que los ayuda a prepararlos para entrar a la escuela. 

¿Juega solo?

Los centros preescolares regularmente tienen actividades que requieren concentración como proyectos de arte y manualidades. Si a tu hijo le gusta dibujar en la casa o hacer rompecabezas y otras actividades, es un buen candidato para el preescolar. Pero aunque sea de los niños que piden ayuda para todo, puedes empezar a prepararlo para que sea más independiente, pidiéndole que juegue solo, alrededor de media hora. Por ejemplo, mientras lavas los platos, anímalo a que haga muñequitos con plastilina. Con el tiempo, puedes aumentar el tiempo que juega solo. Tu meta es que te concentres tú misma en una actividad para que él pueda enfocarse en la suya sin que tengas que ayudarlo mucho. 

¿Participa en actividades de grupo?

Muchas actividades de preescolar, como la reunión matutina en la que todos los niños se sientan en círculo, requieren que todos participen al mismo tiempo. Estas interacciones ofrecen a los niños la oportunidad de jugar y aprender juntos, pero también de estar quietos, escuchar cuentos y cantar canciones. Esto puede ser muy difícil para niños menores de 3 años, que son exploradores por naturaleza y no siempre están preparados para jugar con otros niños

Si tu hijo no está acostumbrado a las actividades en grupo, lo puedes llevar a escuchar cuentos a tu biblioteca local, o inscribirlo en una clase de alguna actividad para que se acostumbre a jugar con otros niños. 

¿Tiene un horario regular?

Los centros preescolares por lo general siguen una rutina predecible: la reunión matutina, la merienda, la hora del recreo y luego el almuerzo. Existe un buen motivo para ello. Los niños tienden a sentirse más cómodos y en control cuando tienen una rutina que se repite todos los días. Así que si tu hijo no tiene una rutina predecible, puedes empezar a establecer un horario un poco antes de que comience el preescolar. Empieza por darle las comidas siempre a la misma hora. También pueden visitar el parque todas las tardes o establecer un ritual nocturno (un baño, un cuento y a dormir). 

¿Está preparado físicamente?

El preescolar mantiene ocupados a los niños, ya sea mediante un programa de medio tiempo o de todo el día. Cuentan con varias actividades como proyectos de arte o visitas a parques. Es recomendable que tengas en cuenta si a tu hijo le gustan ese tipo de actividades o le cuesta pasar de una cosa a la otra sin ponerse de mal humor. 

Es importante considerar cómo y cuándo tu hijo necesita dormir la siesta. En las escuelas de preescolar, por lo general, los niños duermen la siesta después de comer. Si tu pequeño se mantiene despierto hasta esa hora o incluso todo el día, eso quiere decir que está preparado para ir a la escuela. Si todavía necesita una siesta a media mañana, posiblemente no sea el momento de ir al preescolar. Lo puedes ayudar a que se mantenga despierto hasta después del mediodía, si te aseguras que duerma bien por la noche. 

Si eres flexible en tu horario, posiblemente te resulte más fácil inscribirlo en un programa de medio tiempo para que se vaya acostumbrando al ajetreo de la vida escolar. Puedes aumentar gradualmente el tiempo que asiste a la escuela, según se vaya sintiendo más cómodo. 

¿Por qué quieres que vaya al preescolar?

Piensa detenidamente acerca de cuáles son tus metas al llevar a tu hijo al preescolar. ¿Necesitas tiempo para ti o es que quieres que vayas a un preescolar? Puede haber otras opciones si no te parece que tu pequeño está preparado para ir a la escuela. 

¿Te preocupa que si no lo inscribes en el preescolar no estará preparado para la escuela? La mayoría de los expertos están de acuerdo en que hay muchas otras maneras de desarrollar las habilidades necesarias para tener éxito en la escuela, incluyendo ir a una buena guardería. También si pasa tiempo contigo en la casa o con otra persona que lo cuide y le dedique tiempo y atención. Un estudio del Instituto Nacional Estadounidense de Salud Infantil y Desarrollo Humano encontró que, el desarrollo de los niños florece, cuando los cuida alguien a quien realmente les preocupa su bienestar y se asegura que realizan una amplia variedad de actividades apropiadas para su edad. Los niños no necesitan estar inscritos en una escuela preescolar para estimular su aprendizaje. 

Los siguientes pueden ser signos de que tu hijo está listo para ir a la escuela: si siempre quiere aprender cosas nuevas y explorar o está preparado para ampliar sus horizontes sociales e interactuar con otros niños. También puedes considerar inscribirlo en un centro preescolar si crees que no tiene el suficiente estímulo en casa o en la guardería
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