martes, 14 de mayo de 2013

Mellizos se toman de la mano al salir del vientre materno (via excelsior)


Fue difundida en redes sociales la foto de unos hermanos mellizos que al nacer y ser cortados sus cordones umbilicales se tomaron de la mano


BARCELONA, 14 de mayo.- Fue difundida en redes sociales la foto de unos hermanos mellizos que al nacer y ser cortados sus cordones umbilicales se tomaron de la mano.
Los hermanos nacieron en el hospital de Guipúzcoa, en donde las enfermeras pidieron permiso a la madre de los recién nacidos para tomar una foto del cariñoso momento que hoy ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales.
Daniel y María se tomaron de la mano cuando las enfermeras los dejaron en una cuna, al lado de su madre, para ser limpiados.
"Es un gesto precioso para recordar. Es un reflejo para sobrevivir", dijo una de las médicas del centro de salud.

ASTRONAUTA MUESTRA COMO SE EXPRIME UNA TOALLA EN EL ESPACIO


Llorar en el espacio... todo un problema


UN ASTRONAUTA NOS ENSEÑA COMO SE LAVAN LAS MANOS EN EL ESPACIO


A revised version of David Bowie's Space Oddity, recorded by Commander Chris Hadfield on board the International Space Station


Tu hijo de 4 años y 1 mes (via Baby Center)


"Uno, dos, tres", dice tu hijo al contar sus animalitos de peluche. Y para ahora es probable que comprenda que el número final es de hecho la cantidad de objetos que tiene. Lo que tal vez no comprenda es que, incluso si pones sus animales en otro orden, la cantidad sigue siendo la misma. Sepáralos más y pregúntale cuántos tiene. Podría decir que tiene cuatro animales en vez de tres, ya que ahora ocupan más espacio. 

Los niños pequeños juzgan la cantidad en base a la apariencia. Si una torre de bloques es más alta, creen que tiene más bloques que la torre más pequeña. No captan la idea de que la torre más alta tiene la misma cantidad de bloques, pero esos bloques son más grandes. Esto se debe a que se concentran en cómo se ven las cosas y no en el concepto de cantidad, lo cual es una tarea mental más compleja. 

Los nombres de los niños son muy especiales para ellos. De hecho, el nombre de tu hijo podría ser la primera palabra que aprenda a reconocer y leer. Alrededor de los 4 años, probablemente empiece a mostrar interés también en aprender a escribir su nombre. En algún momento reconocerá ciertas letras que son parte de su nombre, o son "suyas". Ayúdale a practicar escribiendo en un papel su nombre en letras grandes de molde y haciendo que siga los trazos con su dedo o con un lápiz o crayola. 

Tu vida ahora

Es probable que el cumpleaños de tu hijo haya traído unos cuantos (o más de unos cuantos) juguetes nuevos a tu casa. Es hora de una limpieza post-cumpleaños. Revisa los juguetes de tu hijo y ve con cuáles no ha jugado en mucho tiempo. Es más fácil regalar juguetes a escondidas. Si le pides permiso es probable que tu hijo insista en guardar todo, pero a esta edad tal vez no note su desaparición si no se menciona. (Si te preocupa, podrías poner los juguetes que piensan regalar en el desván o en un armario durante más o menos una semana para asegurarte de que no los extrañe antes de deshacerte de ellos para siempre). Las organizaciones de beneficencia, los refugios familiares, las guarderías y los lugares donde venden cosas para recaudar fondos por lo general aceptan con gusto juguetes en buenas condiciones. Y te dará gusto tener menos cosas en casa que ya no se necesitan. 

También es bueno empezar a esconder algunos de los juguetes que decidas guardar y sacarlos periódicamente, en rotación. A un niño que tiene demasiados juguetes a su alrededor le es difícil concentrarse mucho tiempo en alguno. Tener menos juguetes ayuda a crear un sentido de orden, lo cual es calmante para ambos. 

¡Vamos a jugar!

Una excelente actividad para disfrutar con tu pequeño este mes

Consejo de otros padres: ¡motívalo!

"Cuando Susana tenía 4 años le dimos una libreta especial para calcomanías para ayudarle a despedirse de nosotros sin llorar al llevarla al preescolar. Funcionó muy bien. Después de dos semanas se despedía de mí con un beso y me veía alejarme sin aferrarse a mí como una lapa". 

17 Días en el fin del mundo Parte 2 Serie de Reportajes Por el Planeta (Televisa)


lunes, 29 de abril de 2013

Limitan uso de efectivo sin razón (Via Reforma Negocios)


Cd. de México, México (29 abril 2013).- Seguramente te ha pasado: estás a punto de pagar algún producto o servicio con un billete de mil pesos e inmediatamente es rechazado.

¿El motivo? Simplemente el establecimiento no acepta los billetes de mil pesos, no importa que estos sean válidos y que cumplan con los requisitos del Banco de México (Banxico).

No sólo los pequeños negocios rechazan los billetes de esta denominación, también grandes empresas multinacionales como la cadena de restaurantes McDonald's, que en sus locales tiene letreros donde avisa que esos billetes no son aceptados.

En el otro extremo, los centavos que circulan en el País son cada vez menos utilizados y aceptados.

Por ejemplo, los parquímetros que coloca la propia autoridad o los módulos de pago automático de servicios del Gobierno no aceptan pequeñas monedas.

Tampoco las máquinas expendedoras del Metrobús en la Ciudad de México, y hasta las del Tren Suburbano, que aunque tienen la indicación de que reciben monedas de 50 centavos, en algunas no se puede hacer la transacción.

De esta forma, la propia autoridad y los negocios limitan el uso de las monedas, al tiempo que hacen obsoleto su uso, algo que va en contra de la Ley Monetaria vigente.

Según dicha legislación, todos los establecimientos y servicios deben aceptar como medio de pago los billetes y monedas, de todas las denominaciones, que emite el Banxico.

El artículo 13 transitorio menciona también que la Secretaría de Hacienda tiene la facultad de hacer valer sus disposiciones, es decir, requerir a todos los establecimientos que acepten el importante número de billetes y monedas que circulan en la economía.

Hacienda fue consultada al respecto, pero no respondió.

Actualmente hay 70.9 millones de piezas de mil pesos y más de 3 mil 477 millones de piezas de 50 centavos en circulación, según datos de Banxico.

"Aun cuando la moneda fraccionaria no sea aceptada o utilizada en algunos comercios, su uso es fundamental para facilitar las transacciones en pagos de bienes y servicios en función de una estructura de precios.

"Banco de México sólo emite las monedas y billetes que se demandan por parte del público", indicó.

El Banxico añadió que los billetes y monedas de curso legal tienen que ser aceptados por todos los negocios y establecimientos sin pretexto y únicamente en caso de que resulten ser falsos podrán rechazarlos.

lunes, 22 de abril de 2013

6 errores que cometen los padres a la hora de acostar a sus hijos y cómo evitarlos (via BabyCenter)

Escrito para BabyCenter en Español
Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en Español.


Hacer que los niños se duerman y permanezcan dormidos, es una de las tareas más difíciles para los padres. Hasta los papás de los mejores dormilones se enfrentan ocasionalmente con algunas batallas a la hora de acostar a sus hijos. De hecho, hasta un tercio de los niños parecen tener algún tipo de dificultad para dormir bien. 

Nuestros expertos en sueño infantil han identificado seis errores frecuentes que los papás cometen en relación al descanso nocturno de sus niños. Lo bueno es que estos errores se pueden corregir con relativa facilidad. Tanto los expertos como los padres veteranos confirman que con sólo hacer algunos cambios sencillos en la rutina y el ambiente de los niños se pueden prevenir y corregir una gran parte de los problemas de sueño. 

Una vez que alcances tu meta (o sea, cuando tu hijo se duerma a la hora debida y permanezca dormido toda la noche) no sólo tendrás un niño más feliz y descansado, sino también una familia ¡más feliz y descansada! 

Error número 1: Acostar demasiado tarde a los niños

Los niños en edad escolar duermen en general, más de una hora menos cada noche de lo que dormían los niños hace un siglo. Asimismo, los niños de hoy en día, duermen menos de lo que dormían sus padres cuando eran chicos. El resultado, explica Marc Weissbluth, pediatra y autor del libro Healthy Sleep Habits, Happy Child (Hábitos de sueño sanos, niño sano), es más batallas a la hora de dormir, dificultades para dormir las siestas y niños que se desvelan o se despiertan en el medio de la noche. 

Puede que tu hijo no tenga un horario fijo para dormir, o que a ti no te sobre mucho tiempo después del trabajo y lo acuestes más tarde para poder jugar un poco con él. 

"El permitir que los bebés y niños pequeños se acuesten demasiado tarde los fatiga demasiado", dice la trabajadora social Jill Spivack, coautora del libro The Sleepeasy Solution (La solución para un sueño fácil). "Cuando se cansan demasiado, les cuesta más dormirse y permanecer dormidos, y se despiertan más temprano que si los acostáramos a una hora más adecuada", dice. 

Para los niños en edad preescolar y escolar, un exceso de actividades programadas después de clases (deportes, clases de artes, etc.) puede ser la causa de que se acuesten más tarde. 

O puede que retrases la hora de acostar a los niños para evitar los pleitos, o con la esperanza de que estén tan exhaustos que se queden dormidos del cansancio y así duerman hasta más tarde al día siguiente. Pero esto es falso, porque cuando los niños se cansan demasiado, se ponen más inquietos, dice Jodi Mindell, directora adjunta del Centro para el Sueño del Hospital Pediátrico de Filadelfia y coautora, junto con Judith Owens, del libro Take Charge of Your Child's Sleep (Toma el control del sueño de tu hijo). 

  • Una buena costumbre: Impón horarios fijos para ir a la cama (y para las siestas) y obedécelos.
Y no esperes hasta que tu hijo se esté restregando los ojitos, bostezando y lloriqueando, porque a esas alturas probablemente ya estará demasiado cansado y será demasiado tarde. Acuéstalo antes de que esto ocurra. Con 15 ó 20 minutos más de sueño ya se les nota la diferencia. Aunque todos los niños son distintos, la Fundación Nacional del Sueño Estadounidense indica que, por la noche, los bebés y niños pequeños generalmente necesitan 12 horas de sueño, los niños en edad preescolar necesitan hasta 13 horas una vez que dejen de hacer la siesta, y los niños mayores deberían dormir de 10 a 11 horas diarias. Calcula a qué horas se tienen que despertar y acuéstalos a la hora necesaria para que duerman lo suficiente. Averigua cuántas horas de sueño necesita tu niño.

Error número 2: Depender del movimiento

Todos los padres hemos respirado aliviados al ver que nuestro bebé finalmente se dormía en su columpio infantil o en su sillita del auto. Por lo general, esto ocurre cuando menos lo esperamos ¡y más lo necesitamos! Pero algunas mamás y papás caen en la trampa de usar el movimiento como forma de dormir a sus hijitos. "Si el niño siempre duerme con alguna forma de movimiento (en su carreola o asiento del auto) es probable que no esté alcanzando la fase más profunda y restauradora del sueño debido al estímulo provocado por el movimiento", dice Weissbluth. Él compara el sueño inducido por el movimiento al mismo tipo de sueño que experimentan los adultos cuando viajan en avión.
  • Una buena costumbre: Usa el movimiento para calmar y no para dormir al bebé.
Antes de que te desesperes pensando que vas a tener que deshacerte del columpio musical de tu bebé, escucha este consejo de Weissbluth: Está bien que usemos el movimiento para tranquilizar a un niño que está irritable, pero una vez que se ha dormido, apaga el vibrador del columpio o estaciona la carreola. "El bebé dormirá un sueño de mejor calidad", asegura Weissbluth. No te sientas culpable, sin embargo, si durante un paseo en automóvil tu pequeño decide hacer la siesta. Déjale que disfrute su descanso y tú aprovecha esos momentos de silencio.

Error número 3: Demasiados estímulos en la cuna

En primer lugar, por favor quita ese móvil de colores de la cuna de tu bebé. Ese móvil tan entretenido (con sus muñequitos giratorios, sonidos y luces) puede distraerlo demasiado. Y si un niñito mayor tiene demasiados juguetes en su cama o cualquier otra clase de distracciones, puede que no esté logrando dormir lo suficiente.
  • Una buena costumbre: Oscurece el cuarto y disminuye los ruidos a la hora de la siesta y por la noche.
Para que duerman al máximo, acuesta a los bebés y niños pequeños (que todavía son demasiado pequeños como para haber desarrollado miedos nocturnos) en cuartos casi completamente oscuros. Y si hay ruido en una sala vecina, prende un ventilador o una máquina de ruido blanco (hace sonidos como de interferencia en un televisor). Para los niños mayores puedes dejar prendida una lucecita nocturna si tienen miedo a la oscuridad, pero no les permitas ninguna forma de entretenimiento en la cama. Piénsalo bien antes de instalar una televisión o computadora en el cuarto de tus hijos. Hasta los niños que se quedan dormidos mirando su DVD favorito están perdiendo probablemente cerca de media hora de valioso sueño, y esto podría afectar su humor y comportamiento a la mañana siguiente. Además, es mucho más fácil no tener aparatos electrónicos en la habitación de tu hijito que negociar todas las noches cuánto tiempo puede ver la teleAverigua qué puedes hacer para consolar a tu niño cuando tiene pesadillas.

Error número 4: Saltarse la rutina nocturna

Puede que pienses que con un bebé pequeño no hace falta seguir una rutina nocturna antes de acostarlo, como bañarlo, leerle un cuento y cantarle una canción de cuna. Sin embargo, esta serie de actividades tranquilas y agradables antes de apagar las luces es muy importante porque preparan a tu hijito para dormirse. A veces los padres de los niñitos mayores abandonan sus antiguas rutinas nocturnas por creer erróneamente que su niño está demasiado grande para eso, o porque ellos mismos están demasiado cansados para hacerlo. Pero la verdad es que hasta los adultos se benefician cuando se acostumbran a seguir una rutina que los ayuda a calmarse y relajarse por las noches. "No se puede esperar que un niño que ha tenido un día ajetreado, simplemente apague las luces y se duerma", dice Mindell. Además, agrega, según los estudios "está claro que los niños en edad escolar que no tienen una rutina nocturna no obtienen las horas de sueño que necesitan".
  • Una buena costumbre: Crea un ritual tranquilo.
No importa la edad de tu niño, lo importante es seguir una serie de pasos predecibles que le ayuden a relajarse al final del día. Para un bebé, la rutina podría ser simplemente cambiarle el pañal, ponerle el pijama y arrullarlo un ratito; con un niñito más grande, la rutina podría incluir un baño, leer un cuento, cantar una canción o rezar. El ritual ideal para ti será el que tú elijas: "Lo que importa es hacerlo con constancia, en el mismo lugar, en el mismo orden y más o menos a la misma hora todas las noches", aclara Spivack.

Error número 5: Falta de constancia

Un par de veces a la semana, en los días en que tu niño pequeño está más tremendo, te acuestas a su lado en su cama hasta que se queda dormido. O tal vez hagas que se duerma en su cama, pero le permites que se meta en la tuya en el medio de la noche. El problema no está en el método de dormirlo, sino en la falta de constancia para ponerlo en práctica. A algunos padres no les molesta compartir la cama con sus hijos, pero otros terminan con una "cama familiar" en contra de su voluntad. Quizás las dos primeras veces que el niño se levanta por la noche, los padres lo vuelven a acostar en su camita, pero cuando se vuelve a meter a las 3 de la mañana están demasiado cansados para levantarse de nuevo y le permiten quedarse. Esta situación crea el llamado "refuerzo intermitente". O sea, le enseña al niño a seguir persistiendo, ya que aprende que tarde o temprano conseguirá lo que quiere.
  • Una buena costumbre: Determina dónde puede o no dormirse.
Aunque es mucho mejor decidir de antemano si vas a permitir o no que tus niños compartan tu cama, nunca es demasiado tarde para establecer normas. Si tu hijo de 3 años empieza a levantarse en mitad de la noche y a meterse en tu cama, explícale claramente las normas, y llévalo tranquilamente de vuelta a su cama. Claro que hay algunas excepciones. Si está enfermo o le asustan los ruidos de una tormenta, reconfórtalo quedándote un rato con él en su cama o incluso durmiendo en su cuarto. Pero regresa a tu rutina normal en cuanto tu pequeño se sienta mejor o se termine la tormenta. Por supuesto que, una vez que tu niñito ha disfrutado de la comodidad de dormir con mamá y papá, protestará cuando tenga que regresar a su propia cama. En ese caso, Mindell recomienda que vayas eliminando tu presencia poco a poco. Las primeras dos o tres noches puedes, por ejemplo, esperar cerca de la puerta del cuarto del niño hasta que se duerma, en lugar de exigirle que a partir del día siguiente tiene que volver a dormirse solito.

Error número 6: Pasarlo de la cuna a una cama demasiado temprano

Cuando tu pequeño cumple 2 añitos, quizás quieres celebrarlo comprándole esa camita de niño mayor que viste el otro día en oferta. Pero en cuanto lo cambias de su antigua cuna a su nueva cama en forma de coche deportivo, empieza a levantarse en cuanto apagas la luz o a caminar por la casa en el medio de la noche. ¿Qué ha pasado? Antes de cumplir 3 años, muchos niños aún no están listos para abandonar sus cunitas. "No tienen el desarrollo cognitivo ni el nivel de autocontrol necesarios para mantenerse dentro de las barreras imaginarias de una cama", explica Mindell. O sea, su cuna tiene límites visibles en la forma de barandillas, pero para que un niño pequeño entienda que tiene que permanecer "dentro" de una cama, tiene que ser capaz de entender claramente que los bordes de la cama representan las "barreras" que no debe de traspasar.
  • Un buen consejo: Espera a que tu niño esté listo para pasarlo a una cama grande.


Cuando tenga casi 3 años de edad, puede ser que tu hijito esté listo para reemplazar su cunita por una cama grande. Fíjate que decimos puede ser que esté listo: O sea, si aunque tiene 3 años aún le cuesta permanecer en la nueva cama, vuelve a intentarlo más adelante. 

Así como a veces hay que volver a ponerle pañales a un niñito después de varias intentos frustrados de enseñarle a ir al baño por su cuenta, si tu hijito tiene que volver a dormir en la cuna eso no significa que has fallado. "Si el cambio no da resultado, no hay ningún problema en volver atrás", dice Mindell. Con el tiempo, tu niñito logrará dormir en una cama grande y hasta puede que te lo pida. Aunque podría tardar un poco, ningún niñito querrá seguir durmiendo en su cuna para siempre. 
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