En varias publicaciones, no solo en México, sino en todo el mundo ,se menciona la alza en la explotación infantil,y robo de infantes por redes de prostitución y pornografía infantil en el país, y además en varios lugares se clasifica a México como el principal destino de turismo sexual infantil de Latinoamerica. Por otro lado existen documentos que aseguran que se sustraen a los niños para tráfico de órganos además de la explotacion. El problema es que no hay ningún sustento real. Actualmente en México no existen cifras oficiales de este tipo de problemas, ya que el delito no es federal, y por otro lado porque no hay un debido seguimiento a los casos para poder determinar si el robo realmente fue robo o solo desaparición. De acuerdo a la SSP las cifras son de la siguiente manera:
TIPO DE DESAPARICIÓN PORCENTAJE
Ausencia Voluntaria | 9.3% |
Desaparición | 10.5% |
Extravío | 2.3% |
Robo | 9.3% |
Secuestro | 1.2% |
Sustracción Ilegal | 67.4% |
En total hay al rededor de 25 casos mensuales, y se localiza al 70% de los niños extraviados entre los 0 y 12 años de edad, adolescentes, entre 13 y 17 años, que se ausentan de sus hogares, el 23% son varones, de los cuales se localizan el 50%, el 77% son mujeres, de las que se encuentra al 55%. Sin embargo los datos que nos muestra el INEGI son completamente contradictorios, ya que ellos aseguran que entre 16 y 20 mil niños son explotados sexualmente en el país, Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada revela que solo en Guerrero hay 14 bandas dedicadas a la trata de personas. (Dato Curioso: Miguel Angel Mancera, procurador del DF, informó que se trata del tercer delito más lucrativo detrás del tráfico de armas y narcotráfico, pero que no existe un cálculo sobre el monto. Mi pregunta es: ¿Entonces como sabe?), De acuerdo a la procuraduría del DF durante 2010 se liberaron a 200 víctimas de este delito, lo cual es solo el 1 por ciento de lo que calcula el INEGI, lo cual no es muy reconfortante.
El problema:
Finalmente creo que si existe un gran mito sobre la parte del tráfico de órganos, ya que no existe un antecedente, sin embargo el problema de la explotación infantil si es muy grave, y no se está haciendo nada contundente para garantizar el bienestar de la población. De acuerdo a la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos A.C. no existe el fenómeno de niños robados por tráfico de órganos. Los niños recién nacidos a 3 años de edad son robados para adopción, mientras que de 3 en adelante para explotación sexual infantil, pornografía y prostitución. La mayor incidencia de robo de infantes se de en los pueblos indígenas del país, sobre todo en los municipios más pobres, ya que en la mayoría de estos la gente no cuenta con un registro en algún padrón oficial, lo que es requisito para presentar denuncias, y en muchos casos no cuentan ni siquiera con una foto del desaparecido. La fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos, después de recolectar esta información durante 5 años, asegura que han recibido 20 mil denuncias de padres indígenas que reportan el hecho –No quiere decir que todos sigan desaparecidos, ya que los padres no reportan cuando regresan. Los municipios más afectados Metlatónoc, Cochoapan el Grande, Atixtlac, y Acatepec. Ningiuno de estos casos ha sido investigado por la Procuraduría del Estado.
Que se ha hecho en otros paises:
Organizaciones cono L.A.C.E. (Law Enforcement Aginast Child Explotation) han desarrollado software muy sofisticado de reconocimiento facial, que les permiten tener un control absoluto de las caras, aun cuando estas hayan envejecido, les permite tener un control y seguir muy de cerca los paraderos de las personas de acuerdo al material que se va confiscando. Lo que a una dependencia le tomaría hacer 1,000 horas a mano, como en el caso de la Policía Provincial de Quebec, este software lo hizo en 59.5 horas, y les redujo la cantidad de casos hasta en 94% Esto permite que la policía enfoque sus esfuerzos adecuadamente y pueda realizar las detenciones pertinentes, en lugar de enfocar sus esfuerzos en clasificar la información, o como en México, mezclarla con otra estadística para esconderla, o de plano negar que exista un problema.
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