A pocos días de concluir el año, los festejos decembrinos de las empresas son una oportunidad para convivir con compañeros de otras áreas y con los jefes, en un ambiente menos formal; pero si no tienes cuidado también puede ser el fin de tu reputación profesional.
Cinco de cada 10 trabajadores suelen tener un comportamiento inapropiado por excederse de copas, como coquetear con el jefe, tener relaciones sexuales, contar historias personales, pelearse con un compañero y conducir ebrio, señala una encuesta de la organización Caron Treatment Centers, en Pennsylvania.
"Algunos empleados se olvidan que la fiesta anual entra en un marco de negocio, aunque sea un evento social. Es claro que los jefes no pueden observar todos los movimientos de su trabajador, pero siempre hay alguien atento a tu comportamiento y un hecho puede cambiar la opinión sobre tu persona", comenta el autor del libro Business: Ultimate Resources, John Reh.
El 56% de más de 500 entrevistados por Caron Treatment Centers reconocieron que haber tenido repercusiones en su trabajo por su comportamiento en la fiesta de fin de año; el 36% aceptó que su reputación quedó dañada de manera permanente.
Por otro lado, una encuesta de la firma Office Team -especializada en contratación temporal- entre 500 empleados estadounidenses reveló que ocho de cada 10 empleados aprovechará los eventos de fin de año para hacer otros contactos laborales y acercarse a los directivos en un ambiente más relajado.
Hay aspectos que debes considerar para no poner en riesgo tu reputación laboral en estas fechas. Estas son ocho reglas sugeridas por la compañía de Recursos Humanos, Adecco:
1.- ¿Jeans o traje? En términos de código de vestimenta es recomendable investigar (sobre todo si es tu primer evento en esa organización) qué tan formal es la reunión.
Una estrategia que nunca falla es revisar las fotos de la fiesta o el brindis del año anterior. La idea es apegarse a la formalidad o informalidad del evento.
Sea de día o por la noche, lo que está descartado es la exageración. Más vale discreción con el tema de escotes, minifaldas, peinado, maquillaje, accesorios. Es la fiesta del trabajo, no un encuentro familiar.
2.- Bebidas, con límite. Resulta tentador estar frente a un menú y una bebida que no se tiene a diario en casa. El riesgo de excederse es tener que salir temprano de la fiesta porque se te pasaron las copas y tu comportamiento empieza a dar de qué hablar.
Éste es de los puntos más dañinos para la imagen laboral y personal, advierte Adecco. Los excesos en estas fiestas pueden representar el fin de tu carrera en una empresa, dependiendo de tus actos.
¿Por qué arriesgar?, aunque no te despidan, los ambientes laborales son "despiadados" y los comentarios no se harán esperar. El alcohol relaja y puede hacerte olvidar que estás en un contexto de trabajo y no en un evento personal.
3.- Coquetear está prohibido. El festejo con los compañeros de trabajo no es el momento más adecuado para externar sentimientos. Tampoco es válido comentar temas delicados o sacar enfrente de otros todo aquello que detestas de la oficina. Deja a un lado los problemas familiares y personales para no afectar el ambiente de la reunión.
4.- El amigo secreto. Las dinámicas de integración entre grupos de colegas están totalmente fuera de lugar en los eventos decembrinos. Los intercambios y regalos -a menos que sean entre todos los colaboradores- suelen remarcar la existencia de divisiones entre grupos y nada aportan a la integración general de la organización.
5.- Baile discreto. Ser el alma de la pista puede ser una tentación, pero es mejor evitarlo. Puedes disfrutar de este momento y animar a otros a unirse al grupo, sin llegar a desfiguros. Los pasos más atrevidos y tus clases de baile son cuestiones personales.
6.- Momentos Facebook. Está muy bien querer guardar imágenes de la reunión. Si vas a subir un par a las redes sociales, la regla es: prudencia. No arruines tu imagen y la de otros anexando imágenes o videos que, aún cuando son chistosos, sacan lo peor de ti. Eso no sólo arruina la reputación propia o de otros, también la de la empresa.
7.- Deja al Grinch. Si lo tuyo no son las reuniones sociales y estas fiestas te parecen un pretexto para gastar, eso que quede en casa, a nivel laboral es una buena oportunidad para reunirse con tus compañeros. La capacidad de adaptarse es valiosa, ponla en práctica y extiende tus contactos.
8. ¡A descansar! Quedarse hasta el final de la fiesta para ver "quién le sigue" no es precisamente la mejor actitud. Lo recomendable es retirarse a casa antes o cuando termine el evento. Generalmente, el día siguiente es laboral y ahí es donde se ve quién sabe asistir a un festejo profesional y quién no, precisa la firma de recursos humanos, Adecco.
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