Tu hijo de 3 años y 8 meses (via baby center)
El desarrollo de tu hijo
Surgen muchas preguntas al acercarse el cuarto cumpleaños de tu hijo: ¿Está bien que use la computadora ahora?¿Alguna vez va a comer algo que no sea blanco? ¿Cómo puede decirme esas mentiras? ¿Se supone que la del dibujo soy yo? Las computadoras pueden ser excelentes para el aprendizaje, pero a los 3 años no son necesarias. Si tu hijo parece estar muy interesado, y tú estás preparada para vigilar de cerca su juego, busca juegos y sitios web que promuevan la creatividad artística o lo preparen para las matemáticas y la lectura, enfatizando habilidades como contar y el reconocimiento de letras y formas. Menos de una hora frente a la computadora, con tu hijo en tu regazo o a tu lado, es más que suficiente por ahora. A los 3 años, lo que suena a balbuceo sin sentido proveniente de la boca de tu hijo es de hecho un tipo sofisticado de experimentación con el lenguaje. Podría llamar a su hermano "Lolo" o decir: "Mira esa bonísima flor”. Estas imaginativas creaciones ocurren con más frecuencia al ir desarrollando cada vez más su destreza con el lenguaje. Síguele la corriente e invéntate también algunas palabras.
Tu vida ahora
Puede ser un reto mantenerte organizada cuando vives con un pequeño huracán. En una casa todo tiene su lugar, pero sólo hasta que tu hijo pasa por una habitación. La forma más segura de perder la razón es insistir en que todo esté siempre perfectamente limpio y ordenado. Gastarás todo tu tiempo y energía recogiendo lo que tira, sólo para verlo tirado otra vez en unos minutos. Gradualmente tu hijo será más capaz de guardar sus juguetes o libros justo después de haberlos usado y no dejar montones de ropa en el piso, pero tal vez no sea antes de que empiece a ir a la escuela, ¡o incluso antes de que salga de la escuela!
¡Vamos a jugar!
Una excelente actividad para disfrutar con tu pequeño este mes.
Consejo de otros padres: la solución de la caminata
"Si vamos a ir a algún lugar donde sé que mis hijas tendrán que estar sentadas quietas durante un buen rato, siempre me aseguro de que hagan suficiente ejercicio antes. A veces caminamos hasta allá, o al menos nos bajamos del autobús unas cuantas paradas antes. Si están lo suficientemente cansadas, por lo general se quedan sentadas quietecitas el tiempo necesario."
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