Los dos años es el inicio del periodo de la autoafirmación y puede durar hasta el final de los tres años. Así que es un tiempecito que a los padres se nos hace eterno pues nos encontramos que nuestros dulces peques empiezan con el No! para todo, a desobedecer, a querer mandar, a gritar y llorar, pataleta en el suelo e incluso a pegar.
Como padres hemos de tener claro que ellos aprenden de nuestras reacciones.
Muéstrale que no es correcto pegar, enfádate, pon cara muy seria y de forma contundente le coges el brazo, le miras a los ojos y le puedes decir “A mi no me gusta que me peguen”, “No se pega, eso está mal hecho”.
Como seguramente seguirá insistiendo como si de un reto se tratase, te lo llevas a su habitación o a un espacio aparte y lo castigas un minutito sólo “Te quedas aquí castigado porque lo que has hecho no es correcto. No se pega, con las manos se dan caricias”. Te vas y lo dejas un minuto.
Probablemente se quede llorando a moco tendido, o incluso se niegue a quedarse castigado (los niños que pegan suelen tener uncarácter fuerte… ). Tú insistes serio/a y firme. Cuando vayas de nuevo a su habitación (recuerda que con poco rato que esté sólo es suficiente) es muy importante hables con él/ella con un tonoreconciliador “¿Sabes por qué te he castigado? ¿No me gusta que me pegues. Cuando pegas haces daño y a nadie le gusta que le hagan daño. Dame un beso de perdón. Yo también te doy un beso a ti para levantarte el castigo.”
Una vez lo has hablado y os habéis besado e incluso abrazo, ya no hay enfado, ya no hay castigo, nada de rencor, ni amenazas y no se vuelve a hablar más del tema (hasta la siguiente vez, claro).
Cuando pegue a los abuelos, tíos haces lo mismo. El enfado y/o castigo debe ser inmediato y corto. En esta ocasión cuando hables con él, también le pides que bese a sus abuelos o tíos y que les pida perdón. Y una vez levantado el castigo se zanja el tema.
No le digas eres un mal niño, eres malo porque eso no es cierto. Hace cosas incorrectas y tú estás en su vida para mostrarle lo correcto.
No le pegues para enseñarle que no se pega. Es incongruente, contradictorio y muy dañino.
Si no está acostumbrado a que sus papas se enfaden o lo confronten, se mostrará un poco más rebelde al principio, sé constante y ya verás como poco a poco lo irá integrando. Papá y mamá deben reaccionar igual ante el pegar, si no vuestro peque lo que aprenderá es que con papá no puedo pero con mamá sí… (o viceversa).
Pensad que es bueno le pongáis límites, los necesita! Tener paciencia y constancia y en unos meses recogeréis los frutos.
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