Sexo seguro sin condón GRACIAS A GEL VAGINAL

Pretextos como “no se siente igual”, “me incomoda” o “se me olvidó” para evitar el uso del condón, podrían dejar de ser necesarios, gracias al desarrollo de un nuevo gel vaginal capaz de prevenir el embarazo e incluso enfermedades venéreas o de transmisión sexual, entre ellas el síndrome de la inmunodeficiencia humana (sida). El proyecto nació en la Universidad de Utah, en Estados Unidos. Luego de años de investigación, los científicos estadunidenses por fin lograron desarrollar el primer gel vaginal capaz de detener y prevenir el contagio del VIH, (virus causante del sida), del semen al tejido de la vagina, explicó Patrick Kiser, profesor de bioingeniería de la Universidad de Utah, encargado del proyecto y autor de la investigación publicada en la revista científica Advanced Functional Materials. “Hemos logrado crear el primer gel vaginal capaz de prevenir el movimiento del virus del sida. Estamos hablando de un descubrimiento único en el mundo”, dijo Kiseren en entrevista. Anteriormente, los microbicidas intravaginales, los aros o preservativos para la mujer, que alcanzaron la fase pruebas clínicas humanas en África, fallaron en prevenir el contagio y transmisión del virus del sida. El fracaso se debió a los antivirales que contenía no lograban la fuerza y duración necesarias, porque los pacientes fallaban en la forma de aplicar el gel o, en algunos casos, los microbicidas incrementaban el riesgo de contagio, al irritar el tejido vaginal desarrollando una mayor cantidad de anticuerpos, el tipo de célula que busca el virus del VIH. Así, mencionó Kiser, a diferencia del gel actual, cuya forma se vuelve mucho más liquida en el momento en que el pH (medida química que determina el nivel de acidez de una solución) de la vagina se vuelve más alcalina al contacto con el semen, el llamado “condón molecular” actúa completamente a la inversa, solidificando su estructura con el cambio de pH. De esta forma, explicó Kiser, el gel forma una estructura semisólida a fin de que las moléculas en su sustancia creen una malla microscópica que impide el paso y movimiento de los espermas, virus y partículas.