Ciudad de México.- Paradójicamente es en los hogares más pobres donde el gasto destinado a comprar cigarros asciende al 20% del presupuesto familiar, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
De acuerdo con la encuesta El vínculo entre el tabaquismo y la pobreza en México, realizada por el INSP, los hogares de fumadores de menos recursos, que representan 11.3 por ciento de los pobres del país, gastaron el año pasado 485 millones de pesos en la compra de tabaco.
La Red México sin Tabaco, la Fundación Interamericana del Corazón, la ONG Códice y el INSP informaron que el gasto promedio mensual en tabaco de los hogares con menores ingresos es de 211 pesos, con lo que se podrían comprar 20 litros de leche o 13 kilos de huevo, 23 de frijol o 13 de harina de maíz.
El documento detalló que mientras dedican 5.5 por ciento de su ingreso para la compra de tabaco; para vestido y calzado gastan 4.2 por ciento; para salud, 2.1 por ciento y para educación, 4.7 por ciento.
El vicepresidente y fundador de la Red México sin Tabaco, Jesús Felipe González Roldán; la jefa del Departamento de Investigación del Tabaquismo del INSP, Luz Myriam Reynales Shigematsu; y el director de Códice, Eduardo del Castillo, aclararon que aunque el sector más rico del país fuma más, el impacto en el de los pobres es mayor.
Detalló que entre la clase de mayor economía, que fuma más, con 19.3 por ciento de prevalencia, el impacto de su adicción es de 1.0 por ciento, mientras que en los sectores más pobres, que ganan menos de mil 200 pesos mensuales, el gasto supera 20 por ciento.
Ante esa situación, llamaron a que en el anteproyecto del presupuesto de egresos de la federación se incluya un impuesto adicional al consumo de cigarros, para que el costo por cajetilla sea mayor a 40 pesos.
Ello a fin de evitar 45 mil millones de pesos en tratamientos de enfermedades crónicas provocadas por la adicción al tabaco y 60 mil muertes al año.
Advirtieron que en la encuesta se reflejó que uno de los problemas que también se enfrentan es que los fumadores, sobre todo adolescentes con menos recursos, pagan más por los cigarros que se venden sueltos, ya que no existe ningún control en su venta.
Esa situación ocasiona que se paguen por cada cigarrillo cuatro pesos, cuando la cajetilla con 20 cigarros tiene un costo de 38 pesos, lo cual representa alrededor de 150 por ciento más del costo real, situación que representa una evasión de impuestos muy importante, puntualizaron.
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