NO es lo mismo el plagio de periodistas que periodistas de plagio…
Hace poco alguien me decía que existe una profunda crisis en el periodismo y sin dudarlo pensé en lo peligroso que representa cubrir el narcotráfico en México, sin embargo; esta persona me aclaró que desde su perspectiva la carencia de periodistas no radicaba en tan preocupante problemática que enfrenta nuestro país sino en la falta de profesionales para con la información en todos los ámbitos.
A tan contundente comentario, en esta ocasión me concentraré en analizar otra cara del reto de ser un profesional de la noticia y éste radica en ser honesto y verdaderamente responsable al dar a conocer la información.
El plagio, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, significa la acción de copiar en lo sustancial obras ajenas y darlas a conocer como propias y el término plagiario, se remite al siglo 1 d.C. Cuando fue utilizado por primera vez en los escritos del poeta Marcial:
Te encomiendo, Quinciano, mis libritos. Si es que puedo llamar míos los que recita un poeta amigo tuyo. Si ellos se quejan de su dolorosa esclavitud, acude en su ayuda por entero. Y cuando aquél se proclame su dueño, di que son míos y que han sido liberados. Si lo dices bien alto tres o cuatro veces, harás que se avergüence el plagiario. Marcial , Epigrama LII
En tiempos actuales y específicamente en el periodismo, el término plagio se ha vuelto más común y nos recuerda que “La verdad siempre sale a la luz”. Basta recordar a Johann Hari, columnista del diario The Independent, reconocido en 2008 con el premio Orwell por sus artículos sobre política. Según informa Journalism.co.uk, Hari confesó que plagió la edición de la popular Wikipedia. Las consecuencias; además de devolver su galardón, ser reconocido pero por su falta de ética.
Aunque Hari, aseguró que no sabía que copiar textos ajenos era algo indebido y reconoció su grave error, hay quienes como Ana Rosa Quintana del diario EFE, no se pudo escudar en una supuesta ignorancia, pues con 30 años de trayectoria es casi impensable imaginar que estos actos se cometan con tan descarada facilidad.
La veterana redactora presentó una investigación sobre la experiencia ‘déjà vu’, copiados del artículo ‘déjà vu’ de Wikipedia. Ante la evidencia, Ana Rosa no tuvo más que admitir y así, quedó en las páginas del diario EFE pero como la primera redactora despedida por plagio en ese rotativo.
Lamentablemente apropiarse de ideas es una realidad en el periodismo y aunque en México hablar de plagio nos remite al secuestro de periodistas, esta terrible falta de ética la vemos muchas veces hasta en las redes sociales. Un ejemplo, ¿cuántas veces no ha leído frases en twitter sin autor que ya había escrito otra persona? El ser honestos y mencionar la fuente no nos hace menos, al contrario. Un profesional respeta los derechos de autor porque reconoce en otro la ardua labor de investigación y recopilación de datos, análisis o hasta el mero talento.
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