martes, 13 de septiembre de 2011

‘Doble o nada’, apuesta el alcalde regio. Artículo José Cárdenas / Excélsior

Fernando, ni te cases ni te embarques

Fernando Larrazábal clama y reclama a las puertas del búnker panista su derecho de audiencia.

"Que el PAN me escuche", exige.

Se está jugando su sobrevivencia política. Los jefes panistas de aquí decidirán su expulsión o permanencia.

Una llamada estratégica convenció al alcalde de encarar la adversidad y dar la pelea. "Serás un pendejo si te vas", le aconsejó Diego Fernández de Cevallos. El Jefe Diego le pidió reflexionar y reconocer su inocencia o su culpa. "Si es lo primero, defiéndete con todo", dice que le dijo.

Al presidente municipal de Monterrey lo habrían salpicado presuntos actos de soborno y extorsión cometidos por su hermano, Jonás Larrazabal, y su secretario de Desarrollo Humano, Miguel Ángel García. Esto acusa Sergio Gil, propietario del Casino Red, tres veces clausurado por Larrazabal. Según el alcalde regio, sus gobernados le piden permanecer en el puesto. Por ello, vino al centro de la tierra para tratar de evitar el golpe mortal.

Pero…

Cuatro videos exhiben a su hermano Jonás cuando recibe fajos de billetes de manos de Sergio Gil. Por lo pronto, Jonás continúa arraigado.

Larrazabal necesitará un milagro para no salir espinado. Aunque él apuesta a ganar, los momios no le favorecen.
La sospecha pesa.

El Congreso de Nuevo León podría desaforarlo…
Gustavo Madero, Francisco Blake y, el jefe de ambos, lo quieren fuera. Es un lastre, aseguran.

Larrazabal revira. Decide tocar las puertas del cielo panista desde los medios de comunicación nacionales.

De su hermano Jonás, reconoce que efectivamente le vendía quesos y productos oaxaqueños a Gil, propietario del Casino Red. "Pero Gil nos hizo trampa. Videograbó a mi hermano recibiendo dinero. Luego filtró las imágenes al periódico Reforma. Todo para extorsionarme".

"Para nada se trata de 400 mil pesos pagados como soborno, como insiste el ‘casinero’, ausente hasta hoy en la barandilla del Ministerio Público", afirma. "Los videos son un chantaje contra el municipio".

Las pruebas son contundentes. Larrazabal no puede defender lo indefendible, aunque la sangre llame. Se resigna: "Si mi hermano es culpable, que lo metan a la cárcel, no hay otra salida". Nada de esto tendría la dimensión de escándalo público sin la tragedia del Casino Royale, que costó 52 muertos el 25 de agosto.

Mañana sabremos si Larrazabal se va o se queda.

MONJE LOCO. Los leales a Felipe Calderón quieren deshacerse del alcalde incómodo. ¿Gustavo Madero y Francisco Blake aspiran a ser los nuevos guionistas de las películas de El Gordo y El Flaco? ¿Con esa habilidad política van a manejar la "campaña" presidencial, con el PAN abajo en todas las encuestas? A estas alturas, si Acción Nacional fuera un equipo de futbol, perdería hasta con el América. Ni modo. Ya se sabe, ya se supo.

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