viernes, 1 de julio de 2011

El cacahuate como alimento de alto valor de saciedad para controlar los antojos y para ordenar los horarios (Ganar Salud)

Lic. Cecilia García Schinkel, nutrióloga


Con los niños mantener el orden en la alimentación no es fácil. Tienen un apetito mucho más variable que los adultos y sus periodos de saciedad son menores. Ellos requieren comer cada 4 horas (sobre todo los preescolares de entre 1 y hasta 6 años) lo que implica 3 comidas formales y dos refrigerios por día. Además son poco tolerantes al hambre, cuando se sienten con apetito necesitan comer pronto, si no se ponen de muy mal humor.

Además los niños son más susceptibles, en general, a los antojos. Ven algo que consideran rico y no se pueden resistir: lo piden, lo exigen y hasta lloran para obtenerlo. Por eso es tan difícil resistirse a darle a un niño pequeño una galleta o unas frituras, aún cuando sabemos que no le convienen tanto. El papel que debemos de jugar los adultos en la alimentación del niño es el del proveedor consciente. En nuestras manos está la elección de alimentos que hagamos para nuestros niños, y es nuestra responsabilidad también tener a la mano cuando el niño siente hambre o debilidad, alimentos valiosos, de alto aporte nutrimental y adecuados para su apetito y edad. Y en los cacahuates o en su crema sedosa y deliciosa podemos encontrar unos aliados fantásticos...

Estos alimentos son fuentes muy concentradas de energía, aportando 165 Kcal en una porción de 30 gramos, equivalente a un puñado mediano, suficiente para un niño. También podemos ofrecerle 2 cucharadas de crema de cacahuate. El pequeño recibe no sólo la energía que requiere para realizar actividad y sentirse concentrado y despierto, sino las proteínas que su cuerpo encuentra esenciales para el crecimiento y desarrollo muscular. En esa misma porción de cacahuate hay 7 gramos de proteína de alto valor biológico, por su contenido de aminoácidos esenciales, y buena biodisponibilidad ( capacidad de absorción ) . Son las mismas proteínas lo que le dan al cacahuate su valor de saciedad, que permite a quien lo consume sentirse sin hambre y protegido de todo tipo de antojo hasta por 5 horas después de haberlo comido . Su elevada concentración de fibra también contribuye al valor de saciedad de los cacahuates. Cada porción (del tamaño mencionado anteriormente, o sea cerca de 30 gramos o dos cucharadas de crema) aporta más de 1 gramo de fibra, que ayuda a la correcta digestión y aumenta su tiempo de absorción y permanencia en el intestino.

El cacahuate es una fuente muy interesante de muchos nutrimentos esenciales para la salud del niño pequeño. Contiene hierro y calcio (como fuente de oxígeno para la sangre y mineralización para los huesos, respectivamente); vitaminas del complejo B para el desarrollo del sistema nervioso; potasio para promover la contracción muscular; cobre, magnesio y zinc para ayudar al crecimiento; y vitamina E para ayudar a la salud del cabello, la piel y prevenir la oxidación de los tejidos.

Cada puñito de cacahuate o cada untada de crema de cacahuate es una garantía de salud para el pequeño que lo consume además de ayudar a ordenar sus horarios y evitar las tentaciones de refrigerios menos nutritivos. Si eres padre de un niño pequeño, vale la pena tener a la mano siempre cacahuates en distintas presentaciones como herramientas de salud y buena alimentación. Y, al planear menús, vale la pena incluir preparaciones con cacahuates ; podremos estar tranquilos mientras vemos a nuestro chiquito comer milanesa de pescado empanizada con cacahuate y ralladura de limón, o sándwich de pan integral con crema de cacahuate y fruta rallada, de que estamos haciendo lo mejor por su desarrollo y crecimiento y que las decisiones en alimentación que tomamos por él todos los días, están ayudando a garantizar su bienestar a mediano plazo.

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