Un fármaco usado para reducir el riesgo de rechazo de órganos trasplantados podría ser la fuente de la eterna juventud, ya que parece revertir los daños causados en el ADN por el envejecimiento. Este descubrimiento podrá tener un impacto benéfico para retrasar el proceso normal de envejecimiento en los humanos, dice el estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.
Además podría ser usado como un tratamiento para niños que sufren una rara enfermedad genética llamada síndrome de de Hutchinson-GIlford, o progeria, que provoca que los pacientes envejezcan ocho veces más rápido de lo normal. "Cuando las células de los niños con la enfermedad fueron expuestas al fármaco en el laboratorio, éstas lograron eliminar la acumulación anormal de progerina y sobrevivir más tiempo", afirma el doctor Francis Collins, principal autor del estudio.
"Y no sólo eso, el núcleo de las células con progeria pasó de ser bastante feo y anormal a sumamente hermoso, como un ovoide muy sonriente", agrega el científico.
Los investigadores están planeando llevar a cabo ensayos clínicos para probar los efectos del rapamycin en niños con progeria. El hallazgo, dice el doctor Francis Collins, autor principal del estudio y director del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, también podría tener implicaciones en el entendimiento del proceso de envejecimiento normal humano. "Varios estudios recientes informan que la proteína progerina se produce en bajas cantidades en individuos normales pero se acumula con la edad", dice el científico
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