El gobierno japonés planea construir centrales eléctricas que funcionen mediante la quema de madera procedente de los escombros dejados por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, informó hoy el diario económico "Nikkei".
De esta forma, el gobierno solucionaría dos problemas al mismo tiempo, eliminando las montañas de escombros de la catástrofe y evitando un cuello de botella en el suministro eléctrico. Con ese objetivo se construirán cinco instalaciones de quema de madera en la zona destruida por el sismo y tsunami, incluidas las provincias de Iwate y Miyagi.
Cada una de esas centrales produciría, según el diario, suficiente electricidad para 3 mil hogares. Las viviendas japonesas, sobre todo en la región rural, son construcciones de madera. Según calcula el gobierno, el sismo y tsunami dejaron entre 20 y 30 millones de toneladas de escombros, de los que cinco millones son madera.
Y cuando se acabe la madera de esas construcciones dañadas, las centrales se alimentarán de restos de la explotación de los bosques. Los costes serán algo más altos que en la generación de energía solar y eólica, por lo que el gobierno subvencionará las instalaciones. Y es que el país podría verse enfrentado a la falta de suministro energético en verano si varias centrales nucleares son desconectadas para las inspecciones rutinarias. Además, muchas comunidades cercanas a centrales nucleares exigen medidas de seguridad adicionales antes de reactivar las mismas.
De esta forma, el gobierno solucionaría dos problemas al mismo tiempo, eliminando las montañas de escombros de la catástrofe y evitando un cuello de botella en el suministro eléctrico. Con ese objetivo se construirán cinco instalaciones de quema de madera en la zona destruida por el sismo y tsunami, incluidas las provincias de Iwate y Miyagi.
Cada una de esas centrales produciría, según el diario, suficiente electricidad para 3 mil hogares. Las viviendas japonesas, sobre todo en la región rural, son construcciones de madera. Según calcula el gobierno, el sismo y tsunami dejaron entre 20 y 30 millones de toneladas de escombros, de los que cinco millones son madera.
Y cuando se acabe la madera de esas construcciones dañadas, las centrales se alimentarán de restos de la explotación de los bosques. Los costes serán algo más altos que en la generación de energía solar y eólica, por lo que el gobierno subvencionará las instalaciones. Y es que el país podría verse enfrentado a la falta de suministro energético en verano si varias centrales nucleares son desconectadas para las inspecciones rutinarias. Además, muchas comunidades cercanas a centrales nucleares exigen medidas de seguridad adicionales antes de reactivar las mismas.
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