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Elementos de la Policía Federal detuvieron en el estado de Chihuahua a tres integrantes de una banda de que servía al cártel de Juárez, entre ellos Marco Antonio Guzmán Zúñiga, El Brad Pit, presunto involucrados en el atentado con coche bomba frente a las instalaciones de la Policía Federal en Ciudad Juárez, en julio de 2010.
En conferencia de prensa el jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, informó que la fiscalía del estado de Chihuahua ofrecía una recompensa de medio millón de pesos por información que llevara a su captura, ya que también es señalado como el responsable de adquirir el material explosivo que fue asegurado por autoridades federales el 25 de abril de este año, en Ciudad Juárez.
La detención de Guzmán Zúñiga, Octavio Rodríguez Lugo y José Dolores Ordaz Seañez, ocurrió ayer como “resultado de las acciones implementadas por el gobierno federal en contra de la estructura criminal del cártel de Juárez, que tiene como líder a Vicente Carrillo Fuentes, y su brazo armado conocido como La Línea, al mando de José Antonio Acosta Hernández, El Diego, uno de los sujetos más buscados por el gobierno de México, por quien se ofrece una recompensa de 15 millones de pesos por información que lleve a su captura”.
Pequeño García indicó que Guzmán Zúñiga ascendió en la estructura del cártel de Juárez tras las detenciones, en 2010 de “jefes operativos como Jesús Ernesto Chávez Castillo; Jesús Armando Acosta Guerrero, Luis Carlos Vázquez Barragán y de Roycer Segovia Hernández.
Y líneas de investigación ubicaron a Marco Antonio Guzmán Zúñiga como el encargado de coordinar las operaciones de droga en varios municipios del estado de Chihuahua, entre los que destacan la ciudad de Chihuahua y Ciudad Juárez, para lo que “contaba con grupos especializados en diferentes actividades delictivas, como son el robo de vehículos, homicidas de integrantes de grupos rivales y de autoridades policiacas que se negaban a colaborar con la organización delictiva”.
Marco Antonio Guzmán Zúñiga, quien antes de convertirse en delincuente se desempeñó como policía municipal, “era el responsable de la cooptación de autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, quienes le brindaban protección y apoyo en sus actividades delictivas. Asimismo, mantenía el control del Centro de Readaptación Social municipal y estatal de Chihuahua, capital”, dijo el jefe policiaco.
En conferencia de prensa el jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, informó que la fiscalía del estado de Chihuahua ofrecía una recompensa de medio millón de pesos por información que llevara a su captura, ya que también es señalado como el responsable de adquirir el material explosivo que fue asegurado por autoridades federales el 25 de abril de este año, en Ciudad Juárez.
La detención de Guzmán Zúñiga, Octavio Rodríguez Lugo y José Dolores Ordaz Seañez, ocurrió ayer como “resultado de las acciones implementadas por el gobierno federal en contra de la estructura criminal del cártel de Juárez, que tiene como líder a Vicente Carrillo Fuentes, y su brazo armado conocido como La Línea, al mando de José Antonio Acosta Hernández, El Diego, uno de los sujetos más buscados por el gobierno de México, por quien se ofrece una recompensa de 15 millones de pesos por información que lleve a su captura”.
Pequeño García indicó que Guzmán Zúñiga ascendió en la estructura del cártel de Juárez tras las detenciones, en 2010 de “jefes operativos como Jesús Ernesto Chávez Castillo; Jesús Armando Acosta Guerrero, Luis Carlos Vázquez Barragán y de Roycer Segovia Hernández.
Y líneas de investigación ubicaron a Marco Antonio Guzmán Zúñiga como el encargado de coordinar las operaciones de droga en varios municipios del estado de Chihuahua, entre los que destacan la ciudad de Chihuahua y Ciudad Juárez, para lo que “contaba con grupos especializados en diferentes actividades delictivas, como son el robo de vehículos, homicidas de integrantes de grupos rivales y de autoridades policiacas que se negaban a colaborar con la organización delictiva”.
Marco Antonio Guzmán Zúñiga, quien antes de convertirse en delincuente se desempeñó como policía municipal, “era el responsable de la cooptación de autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, quienes le brindaban protección y apoyo en sus actividades delictivas. Asimismo, mantenía el control del Centro de Readaptación Social municipal y estatal de Chihuahua, capital”, dijo el jefe policiaco.
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