El método se ha probado en tres pacientes, dos de ellos libres de cáncer.
Un grupo científico reportó el primer éxito claro con terapia genética para el tratamiento de la leucemia. El método convierte las propias células sanguíneas de los pacientes en cazadores y destructores de las células cancerosas. Aunque lo han probado con tres pacientes hasta la fecha, los resultados son notables: dos parecen libres de cáncer hasta un año después del tratamiento, y el tercero ha tenido una respuesta parcial. Los científicos se preparan a tratar el procedimiento para otras variantes de cáncer.
Tuvo gran éxito. Nos sorprendió que funcionara tan bien"
Aclaró el doctor Carl June, experto en terapia genética en la Universidad de Pensilvania.
Sólo ha pasado un año. Tenemos que descubrir cuánto tiempo duran estas remisiones" Dr. June.
El tratamiento fue aplicado a tres pacientes con casos avanzados de leucemia linfática crónica. La única esperanza de cura en esos casos son trasplantes de médula ósea o células germinales, que no siempre funcionan y conllevan un elevado riesgo mortal. Los científicos han trabajado durante años para hallar medios de mejorar la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer. Los intentos anteriores para modificar genéticamente las llamadas Células T en el flujo sanguíneo han tenido un éxito limitado, las células modificadas no se reproducen bien y desaparecen rápidamente.
June y sus colegas modificaron la técnica utilizando un nuevo portador para llevar los nuevos genes a las células T y un mecanismo para ordenar a las células a matar y multiplicarse. Eso produjo ejércitos de células "asesinas en serie" que atacaron las células cancerosas, las destruyeron y fueron matando nuevas manifestaciones de cáncer a medida que surgían.
Para el experimento, se extrajo sangre a cada paciente y se removieron células T.
Después de alterar éstas en un laboratorio, millones de células fueron devueltas a los pacientes en tres infusiones.
June y sus colegas modificaron la técnica utilizando un nuevo portador para llevar los nuevos genes a las células T y un mecanismo para ordenar a las células a matar y multiplicarse. Eso produjo ejércitos de células "asesinas en serie" que atacaron las células cancerosas, las destruyeron y fueron matando nuevas manifestaciones de cáncer a medida que surgían.
Para el experimento, se extrajo sangre a cada paciente y se removieron células T.
Después de alterar éstas en un laboratorio, millones de células fueron devueltas a los pacientes en tres infusiones.
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