Hay que tener mucho cuidado con determinados contenidos que se publican en la red social más popular del planeta, Facebook. A Dan Leona le despidieron del trabajo de sus sueños por un comentario en Facebook, a Kimberley Swann le ocurrió lo mismo por criticar su trabajo, un seguro dejó de pagar la baja por depresión a una joven tras ver sus fotos en esta red social, un sargento de Policía fue investigado por unas fotos junto a unas jovencitas… y así, varios ejemplos que a menudo podemos leer en diferentes medios.
Esta semana, la edición digital de Time publicaba una serie de consejos acerca de qué no debe publicarse jamás en Facebook. Entre los contenidos ‘prohibidos’ están:
Escribir sobre cuánto odias tu trabajo: aunque sea tentador, lo cierto es que los contenidos en esta red social podrían ser vistos por más gente de la que piensas, por lo que un comentario negativo o una serie sucesiva de ellos sobre el trabajo pueden provocar un despido. No sería el primer caso, desde luego.
Mostrar imágenes bebiendo alcohol y/o en estado ebrio: existen casos de personas que han perdido su trabajo por mostrar fotografías suyas consumiendo alcohol, como le ocurrió a una joven profesora de Georgia (EE UU) al colgar imágenes bebiendo cerveza en la fábrica de Guinness. En EE UU, muchas empresas se muestran muy severas a la hora de tomar medidas de este tipo respecto a sus empleados. Incluso las autoridades están investigando qué menores puede consumir alcohol a través del rastreo de imágenes a través de Facebook.
Dejar pistas sobre una infidelidad: aunque parezca mentira, la mayoría de las infidelidades tienen un rastro en Facebook. Un reciente estudio realizado por la American Academy of Matrimonial Lawyers de EE UU asegura que 8 de cada 10 casos estudiados han dejado evidencias de infidelidad en las redes sociales.
Copiar respuestas para trabajos académicos: algo muy común en estudiantes universitarios del Reino Unido, en uno de cada dos, por ejemplo, en la universidad de Cambridge.
Copiar respuestas para trabajos académicos: algo muy común en estudiantes universitarios del Reino Unido, en uno de cada dos, por ejemplo, en la universidad de Cambridge.
Publicar imágenes de tu ex pareja desnuda: muchas veces movidos por el odio o por un sentimiento de venganza hemos podido leer casos de personas que han colgado fotos de sus ex parejas desnudas en redes sociales, algo castigado con fuertes sanciones que, en muchos países, incluyen penas de prisión.
Extorsionar: Anthony Stancl fue condenado a 15 años de prisión por hacerse pasar por colegialas para coquetear con menores varones. Les convencía para enviar fotografías en las que apareciesen desnudos y luego utilizaba las fotos para chantajear a los niños, obligándolos a realizar actos sexuales con él.
Dejar información detallada sobre cuánto tiempo vas a ausentarte de casa: es una de los consejos que, por ejemplo, la Policía española da a los usuarios de las redes sociales. Decir cuántos días vas a estar fuera de casa, o si en ésta no va a haber nadie un tiempo puede ser visto o conocido por más gente de la que uno imagina. Especialmente se pone hincapié en los menores, ya que muchos tienen amigos a los que no conocen y que pueden resultar no ser quienes muestran en su perfil.
Datos que no se deben publicar: no es aconsejable dar más datos personales de los imprescindibles para ser reconocido: así, debe evitarse publicar la dirección postal o el número de teléfono. Incluso alardear de compras caras hechas tampoco es una buena idea.
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