jueves, 9 de junio de 2011

Berrinches: tips para manejarlos (revista BB Mundo)

Por Cathy Calderón, psicóloga

Te presentamos cuatro situaciones y cómo debes manejarlas: 
Tu hijo de cuatro años quiere cruzar la calle sin darte la mano

Demasiado riguroso: “¡Si no agarras mi mano, te voy levantar y cargar!”
Demasiado débil: “Está bien, pero fíjate y quédate cerca de mí. ¿Sí?”
Perfecto: “Cuando lleguemos al semáforo, me vas a tomar de la mano.”
Agarrar a tu hijo de la mano cuando vas a cruzar la calle es una de esas situaciones no negociables porque se trata de su seguridad. Esto no es un debate, así que no abras la ventana a una discusión o berrinche. Aunque, de forma brusca, le digas que lo vas a cargar, le estas dando una opción.

Tu hijo de dos años le arrebata de forma muy ruda un carro de juguete a otro amigo.
 
Demasiado riguroso: “¡Eres un grosero! ¡Regrésaselo en este momento!”
Demasiado débil: “Por favor, pídele perdón.”
Perfecto: “Quieres un turno para jugar con el carro y lo tendrás. Tú y yo podemos jugar con el avión y después podrás jugar con el carro.”
Compartir no es algo que les sale de forma natural a los niños pequeños. Explícale que su amigo está jugando con el carro y que él lo podrá hacer después. Utiliza palabras y términos que sean claros para él.

Tu hijo de 18 meses se la pasa parándose de su silla para comer mientras le das de cenar.

Demasiado riguroso: “¡Está bien, se acabó, ya no hay cena para ti!”
Demasiado débil: “Ten cuidado, ven, siéntate. Mira aquí viene el avión a tu boca.”
Perfecto: “Cuando comemos, nos sentamos. Te voy a ayudar a sentarte otra vez.”
Los padres piensan que es mejor distraerlo para que coma o ignorar estos comportamientos, pero un niño de un año pueden entender perfectamente estas reglas.

Tu hijo de tres años está haciendo berrinche pateándote porque le apagaste la televisión.

Demasiado riguroso: “¡Está bien. Ya te pasaste de la raya. Olvídate de ahora en adelante de volver a ver televisión!”
Demasiado débil: “Sé que estás enojado, ¿pero que sentirías si yo te pateo?”
Perfecto: “Me lastimaste. Déjame saber cuando estés tranquilo y hablamos de tu enojo.”
Separarte es una estrategia muy efectiva, porque no te estás quedando para que te lastime y tampoco estás dejando que se distraiga del punto principal.

1 comentario:

  1. mi hija de 18 meses se para en la silla de comer.. todos los dias desde que tiene seis meses le repito que se siente, hasta le hice carteles con dibujos de niños sentados comiendo y se los señalo todos los dias. ella aprendio a decir SILLA NO, pero lo sigue haciendo de vez en cuando. Creo que la clave es la paciencia.. yo ya llevo un año repitiendo lo mismo, a veces creo que un buen chirlo daria mas resultado

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